En las Culturas Tradicionales, la Montaña es siempre el Símbolo por excelencia del Encuentro entre lo Humano y lo Divino - Trascendente. En esa búsqueda del pleno conocimiento, posible por ese Encuentro, durante milenios los humanos vieron con especial atención a Montes y Montañas que, sea por su forma, su ubicación, su forma aparente o por un hecho místico, histórico o arquetípico. Por ejemplo, el Fujiyama, el Monte Elbruz, las alturas del Kailash, el Popocatépetl e Iztaccíhuatl, entre otros. Sin dejar de recordar el Olimpo, que era mucho más que un Lugar Sagrado.
Entre los factores que sacralizan la experiencia de subir a la Montaña, están: El esfuerzo, la Voluntad Persistente, el necesario Silencio, el aire puro, la sensación de victoria y paz, al llegar a la Cumbre.
El Bosque, ha tenido otro tipo de Símbolo. Mientras la Montaña refiere al esfuerzo personal, el Bosque es Santuario del Clan, de la Tribu. El Bosque es Misterio y es introspección. La Montaña exige Silencio. El Bosque es murmullo, cantos y coros. El Bosque es el Velo que la Madre Tierra recorre para ver las otras realidades. Los Seres telúricos, las plantas, los Reinos.
Mientras la Montaña nos exige el Absoluto respeto y la escucha atenta, el Bosque nos hace cantar, danzar y nos hace hablar y escuchar.
La Montaña es de los místicos y los sabios. El Bosque, de la experiencia tribal y el arte.
Por supuesto, son dos momentos diferentes de la Vida Humana. Son dos etapas, son dos "Medicinas del Espíritu".
La Militancia Política.... Es una tercera etapa. Es el Regreso de la experiencia espiritual. Pero definamos.
Política, en su sentido original, deriva de "Polis" que significa colectivo, grupo. Una Polis, una Ciudad, en la Grecia Ancestral, era un Grupo de Familias que optaban por construir compartiendo recursos y teniendo una forma de administrar la defensa, la alimentación, la planificación de su aldea, de sus varones y mujeres, del conocimiento.
En los últimos dos siglos, dominó un discurso donde lo político era reservado a una Casta: la de los Mercaderes eligiendo. Así, la Burguesía Liberal, desplaza a los monarcas - muchos ya decadentes - , y crea una forma de organización de las sociedades, donde las decisiones se quedaban en manos de mujeres y hombres que eran grandes propietarios de haciendas, industria o banca.
Las revoluciones marxistas, intentaron desplazarles a su vez, por una Burocracia estricta, poderosa, cerrada.
Sin embargo, así como un médico pésimo no hace que la medicina sea pésima, ni un futbolista sin talento hace inútil, al deporte, la decadencia de la Política liberal y del marxismo histórico, no significa que todo intento de organización social sea vano. Solo significa que ambos esquemas, en lo general, acumularon errores.
Lo que toca a los humanos, es aprender.
¿Y que tiene que ver la Montaña, el Bosque y la Militancia Política?
El Sinarquismo plantea el "Arkhé", el equilibrio entre la Conciencia, el Espíritu y la Comunidad.
Mientras los liberales actuales ( O sea, neoliberales), predican acudir a la Bolsa de Valores y a la Propaganda de la eficiencia empresarial, y los marxistas de la nueva ola, insisten en hacer tendencias de exaltación de libertades individuales, haciendoles "modas", el Sinarquismo plantea otra vía.
El Arkhé, reclama forjar la Voluntad, y retornar a la Comunidad.
Por ello, el Sinarquista necesita subir a la Montaña, física, real, experimentar el esfuerzo y purificarse en la subida, sentir el viento, vivenciar la soledad y hacer Silencio.
Y también necesita Bosque. La luna, el río, las rocas, los árboles y la vida silvestre. Todo es una sinfonía de la Belleza, la Salud, el Encuentro, la danza, el grupo celebrando.
La Militancia Política nos debe hacer Mujeres y Hombres capaces de abrirnos al misterio, a la conciencia, a la belleza, a la celebración, a la creatividad y a la sabiduría.
Si tú, amable lector, sospechas que ésto nada tiene que ver con la forma de hacer política de los neoliberales... estás totalmente en lo cierto.
No nos basamos en las recetas del Consenso de Washington, ni en el Club Bilderberg. Lo nuestro no es entrar al juego de insultos y de candidatos cada campaña electoral. Eso, además de vil y absurdo, es el camino que la industrialización y el Capitalismo han hecho para deforestar bosques, profanar la montaña, matar el Espíritu, hacernos rebaños fáciles de controlar.
Por ello, tampoco tenemos relación con ciertos "partidos ecologistas", que hacen del tema su negocio.
Nosotros no planteamos la Montaña y el Bosque como una moda. Es un Acto de Comunión y Defensa.
Montaña - Bosque y Militancia Política, van como un todo.
Por su significado, por las consecuencias de asumir el significado y por lo que son.
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